Llevo mucho tiempo queriendo volver a escribir y compartir todas las experiencias que vivo en este ámbito de la educación especial y las diferentes capacidades. Pero sin duda, ayer me pasó algo, tan surrealista al respecto, que ha sido lo que me faltaba para retomar el blog.
Llevo en Twitter muchos muchos años, de forma más o menos activa, y nunca en la vida me había pasado lo que me pasó ayer. No lo uso demasiado, pero una twittera también intérprete de lengua de signos y profe de audición y lenguaje, me cita un hilo (para los que no estéis muy puestos en Twitter, es una sucesión de tweets con la misma temática para contar algo) que le está indignando un poco. Se trataba de un hilo de una twittera con miles de seguidores, lo cual me resulta más llamativo, porque creo que cuantos más seguidores tengas más responsabilidad tienes que demostrar en tus palabras. La chica en cuestión, por lo que podríamos denominar obra y gracia del Espíritu Santo, se autodenominaba discapacitada y además afirmaba TODAS SOMOS DISCAPACITADAS, así, tan alegremente se abanderaba de una causa muy dura además demostrando tener muy poca idea del colectivo de personas con diversidad funcional frivolizando sobre cosas muy serias, utilizando términos muy poco adecuados y haciendo acusaciones muy serias. Pongo el enlace del hilo para que veáis que no me lo invento https://twitter.com/_missmovin0n/status/756592955851468800 .
El debate comenzó cuando se le empezó a decir que a día de hoy están aceptados como más adecuados otro tipo de términos, ya que discapacidad conlleva unos tintes algo negativos, y en cualquier caso lo primero que somos es personas, yo no trabajo con discapacitados trabajo con personas con discapacidad o con diversidad funcional si ya queremos rizar el rizo. Los términos evolucionan y se adaptan a las nuevas realidades, sino seguiríamos hablando de oligofrenia, subnormalidad, minusvalía… Y todos nacen de forma que no son insultos, aparentemente y hasta que alguien los comienza a utilizar de forma peyorativa, pero es indiscutible que en el fondo, si analizamos todos esos términos tienen connotaciones negativas de transfondo. Además, le pedíamos que no se proclamara abanderada de una causa que parecía no conocer mucho si estaba utilizando esos términos, no conozco a ninguna persona que por más certificado de discapacidad que tenga le guste que le denominen discapacitado, y seguimos insistiendo en que en este ámbito los términos estaban evolucionando y que mejor utilizar formas más correctas para referirse a las cosas. Fuera a parte de la discusión, en mi interior, y teniendo en cuenta que llevo conviviendo con una persona con discapacidad toda la vida, 9 años trabajando con jóvenes, niños y adultos con diferentes capacidades, de los cuales 4 en ámbito familiar com personas sordociegas congénitas y en ámbito educativo con personas sordas, además de 2 años como ponente en un posgrado sobre esta temática, no puedo procesar con lo complicado que es para el entorno y las personas con discapacidad/diversidad funcional, nadie en el mundo quiera autodenominarse discapacitado porque sí. Y la cosa siguió y siguió, y por más que hasta otra twittera, hija de persona con diversidad funcional y trabajadora en este ámbito, intentó explicar que además el término es más adecuado porque el de discapacidad hace que la persona que la padece deba adaptarse a las barreras existentes en la sociedad, en cambio con el término de diversidad funcional, se supone que es la sociedad quien debe adaptarse a las diferentes realidades de todas las personas que convivimos dentro de la misma.
A parte de recibir insultos de sus seguidores, fieles, que creen a pies juntillas lo que se les diga, porque lo hace alguien con miles de seguidores y por lo tanto, tiene que ser verdad, la cosa ya se salió de madre cuando la famosa twittera afirmó que la universidad quería expulsarla por ser discapacitada (repito no tiene nada que certifique esta afirmación)… Es inadmisible que se digan estas cosas así públicamente, con los servicios de atención a la discapacidad/diversidad que existen en las universidades españolas a día de hoy. Y a pesar de que conozco muchos casos de personas con diversidad funcional que terminan sus estudios universitarios, puse uno de los ejemplos que más llamativos nos pueden parecer, el de un chico con sordoceguera que está cursando un doble grado y el próximo curso irá de Erasmus:
http://www.uam.es/ss/Satellite/es/1242649910548/1242699972789/noticia/noticia/Un_estudiante_de_la_UAM_del_doble_Grado_en_Derecho_y_Administracion_y_Direccion_de_Empresas_sera_el_.htm .
Y entonces, sus fieles seguidores me dijeron que qué peligroso mi discurso de si ellos pueden tú también… Pues no, no es mi discurso, bueno también me dijeron que qué vergüenza tener esa actitud de superioridad ante una chica discapacitada (que repito no hay nada que acredite lo cual), con este ejemplo en primer lugar quiero demostrar que los servicios de atención a la diversidad de las universidades funcionan, respetan al alumnado y si les gustara ir expulsando a las personas con diversidad funcional, qué mejor que a alguien que necesita de tantos recursos de la misma, digo yo… Además no estoy de acuerdo con lo de «si ellos pueden tú también», conozco personas sordas haciendo ingenierías que yo no tengo capacidad para hacer, y oye ni le deprime, ni me frustra, ni me siento discapacitada por no tener capacidad para estudiar una ingeniería, mi hermana decidió estudiar un ciclo formativo de grado medio porque consideró que no tenía capacidad para hacer un bachillerato y un grado superior y tampoco es discapacitada, ni se lo considera, ni es menos feliz por no tener una carrera, cada uno tenemos unas capacidades repito.
Por otro lado, si trabajo en una universidad y me entero de que una alumna está haciendo este tipo de acusaciones, tomaría las medidas legales oportunas. Cuidado con lo que afirmamos tan alegremente.
Y tras bloquearme la twittera influencer, y seguir recibiendo insultos por parte de sus fieles groupies de Twitter, me comentan que es que tiene ansiedad, me dicen que las cosas de salud mental no valen para que te den un certificado…. Bla bla bla… Punto número uno, mi tío tiene esquizofrenia y un certificado de minusvalía (que él nació en los 50 y está diagnosticado de oligofrénico, imbecil hablando llanamente), conozco dos personas alcóholicas, con su certificado de discapacidad, y vendiendo juegos de ONCE… Y punto número dos, tenemos que diferenciar discapacidad de trastorno y de enfermedad.
La definición de discapacidad, según la OMS es esta:
«Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales.
Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.»
http://www.who.int/topics/disabilities/es/
Sobre los trasnos (mentales) esto es lo que dice la OMS:
«Hay una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general, se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás.
Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo.
Hay estrategias eficaces para prevenir algunos trastornos mentales, como la depresión.
Se dispone de tratamientos eficaces contra los trastornos mentales y medidas que permiten aliviar el sufrimiento que causan.
Los pacientes deben tener acceso a la atención médica y los servicios sociales que les puedan ofrecer el tratamiento que necesitan. Además, es fundamental que reciban apoyo social.»
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs396/es/
Y enfermedad, también según la OMS:
«Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”.
http://www.who.int/suggestions/faq/es/
Conclusión:
No sé cuánto ni cuándo pasaré por Twitter en los próximos días, ya que me ha parecido una situación bastante vergonzante y ridícula.
Por favor, no creáis todo lo que leáis por ahí, leed más, escuchad otras voces.
Tengo una talla 42-44, lo socialmente adecuado y bello es que tuviera una 36-38, si voy al médico diciendo que soy obesa, y éste me dice que no, que mi índice de masa corporal es el correcto y a pesar de eso yo, porque así me veo, me llamo obesa a mí misma, y me intento hacer «líder de los obesos», ¿qué dirá de mí quien pese más de 100 kilos? ¿Y el familiar de esa persona que no puede mover de la cama a su padre, hijo, hermano… Por su peso? Pudiera ser que yo me sintiera mal porque quiero ir a Zara y no me vale ninguna talla, que sienta que la sociedad me obliga a seguir unos estándares irreales… Pero creo que eso no me convertiría en obesa, y entiendo que los obesos del mundo se me echaran encima por semejante burrada pública.
CUIDADO CON LOS TÉRMINOS QUE USAMOS Y CUIDADO CON LOS TÉRMINOS EN LOS QUE HABLAMOS